Manuel Facal en cada habitación
Manuel Facal Ponte nace en Carballo (provincia de La Coruña, España) en 1943. De personalidad inquieta, espíritu investigador, siempre en la más estricta vanguardia, aunque su trayectoria creativa esté muy alejada de la linealidad, ni siquiera en la materia de expresión, ya que cultivó diversos campos hasta destacar, sobre todo, como grabador.
Hay en él indicios eminentemente dedicados al dibujo, con inspiración en maestros tan diversos como Picasso, Dalí o el gallego Urbano Lugrís. Se acerca a tendencias más convencionales un breve espacio de tiempo en que se vincula a Vigo. A mediados de la década de los setenta se traslada a Barcelona, decidido a concluir estudios bien alejados de la creación artística, entregándose a parcelas como el diseño gráfico y textil. Su dedicación al grabado empieza durante su estancia en Londres, en los años setenta,. La argentina Carmen García constituye su magisterio técnico. Le interesa la textura, la morfología de los materiales, aunque estéticamente ya no entró en el más absoluto informalismo. Su afán viajero y su deseo de conocer mundo lo llevan a Grecia, Turquía e Italia. Cultiva un cinetismo emparentable con Vassarelly y el levantino Sempere, exacto, geométrico, casi mecánico.
Conoce Nueva York, donde ahonda en nuevos modos de expresión, saltando al norte de Europa para ensayar, también, las representaciones animalísticas, siempre muy abstractivas. Su dominio de las técnicas del grabado lo llevan a realizar obras para grandes artistas, entre ellos Miró; también ensaya la pintura de gran materia, por completo alejada de la representación formal. Y como en ningún momento estuvo distanciado espiritualmente de Galicia, surgen sus excelentes carpetas de grabados sobre Rosalía de Castro, Álvaro Cunqueiro y otros escritores gallego que constituyen un éxito entre los contados coleccionistas de nuestro país.
El movimiento aglutinado por "Atlántica" en los años ochenta proyecta su personal visión del arte, que deriva cara a modos "pobres" del cartón y el "collage" de considerable relieve. No abandona la estampación y uno de los trabajos más notables fue la serie de aguafuertes titulada "Las cenizas del amor", sobre textos de grandes poetas españoles. Decide sentir Galicia en la distancia y se intala en una aldea de la sierra malagueña en 1987, aunque sus viajes a Galicia son frecuentes, alternándolas con sus habituales escapadas internacionales.
Sus exposiciones se sucedieron en todo el mundo: Nueva York, Londres, Puerto Rico, Noruega, Galicia y Sudamérica y con presencia en importantes colectivas de pintura y sobre todo, grabado. Está representado en museos de Galicia, Centro e Sudamérica, Estados Unidos, España, paises Escandinavos y Portugal.